DECLARACIÓN DE LOS PRESIDENTES

ERNESTO ZEDILLO YWILLIAN CLINTON

Washington, D.C; 14 de noviembre de 1997

Nos hemos reunido para dar continuidad a la madura relación que existe entre nuestros gobiernos y que está caracterizada por el respeto mutuo, para evaluar el avance del programa de trabajo que nos propusimos durante nuestro encuentro en mayo pasado en la Ciudad de México y para continuar nuestros contactos personales con el fin de impulsar una mayor cooperación en temas de vital importancia para los nacionales de nuestros países.

Desde nuestro encuentro celebrado hace seis meses.

 

De cara al futuro, acordamos trabajar de manera conjunta en las negociaciones internacionales sobre cambio climático. Nuestros gobiernos promoverán el crecimiento del comercio electrónico y el desarrollo del Internet. Reiteramos nuestro compromiso con las metas establecidas en la Alianza Bilateral Contra las Drogas y con el desarrollo de medidas mediante las cuales podamos evaluar nuestros esfuerzos en esta lucha común. Trabajaremos para expandir la cooperación antinarcóticos a lo largo del hemisferio y para fortalecer la capacidad de la Organización de Estados Americanos a fin de que contribuya en esta tarea prioritaria. Promoveremos los trabajos preparatorios y la conclusión exitosa de la Sesión Especial de la asamblea General de Naciones Unidas para fortalecer la cooperación global en contra de las drogas ilícitas.

Hemos avanzado en la instrumentación de la Declaración conjunta sobre Migración suscrita el 6 de mayo de 1997.

 

En la frontera, continuamos trabajando en la construcción de una nueva visión sobre la cooperación en esta dinámica y desafiante región, con el fin de convertirla en una zona más segura y promisora para las familias y comunidades, así como enriquecedora para ambos países. A través de la identificación de proyectos-modelo en materia de seguridad pública, protección ambiental, infraestructura urbana y vida cultural, procuramos promover un desarrollo económico, social y cultural en beneficio de nuestras comunidades. Entre otros, recibimos con agrado proyectos como el que está realizando en el área de Tijuana/San Diego sobre manejo integral de residuos sólidos, así como iniciativas para facilitar los cruces fronterizos como la próxima construcción del puente sobre el Río Bravo en Piedra Negras/Eagle Pass.

En lo relativo al combate al narcotráfico, reiteramos nuestro compromiso para alcanzar las metas señaladas en la Alianza Bilateral Contra las Drogas, para desarrollar medidas concretas a través de las cuales podamos determinar si están siendo exitosos nuestros esfuerzos comunes contra las drogas, y para su aplicación con pleno respeto a la soberanía y jurisdicción territorial de ambas naciones. Asimismo, coincidimos en que es necesario ampliar el apoyo a los esfuerzos para disminuir la demanda de drogas ilícitas, como parte de un enfoque integral en la cooperación antinarcóticos. Reconocemos los esfuerzos de México en materia de erradicación, intercepción y combate a las organizaciones criminales. Coincidimos en la necesidad de instrumentar acciones eficaces en contra de la corrupción en ambos lados de la frontera, de desarrollar una cooperación más estrecha en materia (de la) aplicación de la ley, de garantizar la protección de los oficiales de ambos países, así como de establecer medidas que protejan la información que los dos gobiernos comparten.

Acordamos la celebración en marzo de una conferencia de expertos de ambos países en el tema de control de la demanda, con el fin de determinar la manera más eficaz para compartir nuestra experiencia y recursos, particularmente en el área fronteriza. La cooperación y coordinación marítima y aérea para el combate al narcotráfico, con peno respeto a la jurisdicción de la otra parte, ha redundado en el aumento de los aseguramientos en el mar y en el aumento de la droga asegurada por las autoridades mexicanas en su territorio. Ha continuado activamente el entrenamiento del personal especializado que se requiere para las unidades dedicadas a la aplicación de la ley en el ámbito del combate a las drogas y hemos incrementado la presión en contra de las organizaciones más importantes de traficantes de drogas.

En cuanto a los asuntos macroeconómicos, coincidimos en que las sólidas reformas económicas emprendidas por México desde 1995, con el apoyo internacional y de Estados Unidos, ayudaron a restablecer la fortaleza financiera y a sanear la economía mexicana. Conversamos sobre la situación económica y financiera de México, a la luz de la reciente volatilidad registrada en los mercados emergentes y reconocimos que la continuidad de la instrumentación de políticas económicas firmes contribuirá a preservar los logros alcanzados.

El comercio entre nuestros países ha continuado incrementándose, promoviendo un alto crecimiento y generando más empleos en ambos países. Como una consecuencia natural de esta dinámica relación comercial, han surgido asuntos que preocupan a diversos sectores, sobre los cuales hemos discutido e instruido a nuestros funcionarios competentes para que continúen en la búsqueda de soluciones. También reafirmamos nuestro compromiso para continuar cooperando en materia laboral y ambiental.

Acordamos que el Internet representa una herramienta importante y novedosa par expandir el comercio; promover la educación, investigación y desarrollo; así como para mejorar la provisión de servicios sociales, particularmente en áreas lejanas. Realizaremos consultas a nivel interno y exploraremos en los foros internacionales adecuados los asuntos relacionados con la promoción de las condiciones legales y comerciales bajo las cuales el uso de este medio puede crecer, alentando a nuestros sectores privados para que encabecen su desarrollo. Hemos instruido a expertos de ambos países para que se reúnan con el fin de dar seguimiento a este compromiso.

En materia de medio ambiente, confirmamos el acuerdo alcanzado para promover el desarrollo sostenible en el área fronteriza y para buscar el apoyo de las comunidades fronterizas y del sector privado en el logro de las metas establecidas en el proyecto Frontera XXI. Adicionalmente, reafirmamos el compromiso para establecer indicadores para evaluar e incrementar los logros alcanzados en materia de agua, desechos sólidos y desechos dañinos, aire y recursos naturales a lo largo de la frontera. Expresamos nuestra satisfacción por las medidas adoptadas por la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF) y el Banco de Desarrollo de América del Norte (BANDAN) para evaluar la necesidad de construir nuevas instalaciones para el tratamiento de aguas residuales en Ciudad Juárez y Tijuana.

En cuanto a cambio climático, coincidimos en que los países desarrollados, como Estados Unidos, deben encabezar el esfuerzo para reducir las emisiones de gases y que los países en desarrollo, como México, deberían estar dispuestos a participar en un régimen global apropiado. Manifestamos nuestro apoyo en la instrumentación conjunta, como un medio para usar los mecanismos de mercado en la promoción de las inversiones del sector privado en energía no contaminante, en eficiencia energética y reforestación. Los países deberían asumir aquellas responsabilidades derivadas del Convenio sobre Cambio Climático que concuerdan con su grado de desarrollo y que (son) plenamente consistentes con el crecimiento económico y desarrollo sustentable. Reiteramos nuestro apoyo al Convenio Marco sobre Cambio Climático, bajo el principio de responsabilidad común pero diferenciada. Hemos instruido a los representantes de nuestros gobiernos para que lleven a cabo consultas en este tema en el proceso preparatorio de la Conferencia de Kioto.

Sobre los asuntos hemisféricos y multilaterales, destacamos la importancia de la educación en la agenda de la Cumbre de las Américas. Nos congratulamos por el éxito de nuestros negociadores en la conclusión de una convención hemisférica contra el tráfico ilícito de armas de fuego y nos comprometimos a su pronta ratificación. Expresamos nuestro apoyo al control y la transparencia en las transferencias de armas. Asimismo, acordamos trabajar de manera conjunta en la promoción de la cooperación hemisférica en materia de aplicación de la ley y del combate a la corrupción.

Intercambiamos opiniones sobre la importancia de lanzar nuevas iniciativas multilaterales en el tema del combate al narcotráfico que incluyen la evaluación multilateral del progreso alcanzado por todos los países hemisféricos en el cumplimiento de sus respectivas metas nacionales. Estamos convencidos de que las drogas ilícitas representan un problema mundial que requiere de la cooperación internacional y de que cada nación asuma plenamente su responsabilidad. Por lo tanto, nos hemos comprometido a trabajar juntos para asegurar el éxito de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Drogas Ilícitas, a celebrarse en junio de 1998.

Expresamos nuestro reconocimiento por el trabajo realizado por ambos gobiernos en el cumplimiento de nuestros compromisos e instruimos a nuestros funcionarios a redoblar sus esfuerzos para la consecución de nuestros objetivos comunes.

Estamos convencidos de que países vecinos y socios como México y Estados Unidos, pueden abordar los asuntos aún más complejos a través del respeto mutuo, el diálogo constructivo y la cooperación.