Compromisos de Monterrey

Declaración conjunta de los Presidentes de México y los Estados Unidos de América.

Nuestra reunión de hoy ha sido una valiosa oportunidad para confirmar la vitalidad y fortaleza de la asociación bilateral que hemos construido entre México y Estados Unidos durante el año pasado y discutir nuestras prioridades para el futuro.

Nuestras dos naciones han alcanzado un nivel histórico de confianza y respeto mutuo, fortalecido por propósitos y valores comunes que durante el último año han permitido lograr un grado de cooperación sin precedente. Para ambas naciones, reviste la más alta prioridad continuar construyendo esa cooperación en los años venideros, y capitalizarla debidamente para alcanzar las importantes metas de desarrollo económico y social, seguridad y estado de derecho, que son esenciales para nuestro bienestar.

En ese contexto, coincidimos en que la campaña internacional para erradicar el terrorismo nos conmina a atender nuevas y apremiantes prioridades y a establecer metas comunes, fundamentales en la defensa de nuestras sociedades y formas de vida. Asimismo, hemos reconocido que los acontecimientos del 11 de septiembre pasado ponen de relieve como nunca antes la importancia de la relación entre México y Estados Unidos, como socios y vecinos, frente a esas metas y para impulsar la visión que tenemos del futuro de nuestros países. Por consiguiente, pasamos revista a nuestras acciones destinadas a crear una "frontera eficiente" para el siglo XXI. Construiremos una frontera capaz de proteger a nuestras sociedades contra quienes pretendieran causarnos algún daño y que al propio tiempo atienda adecuadamente las necesidades humanas y económicas de nuestra dinámica relación. Compartimos la visión de una frontera moderna que agilice el flujo legítimo de personas y el comercio, y que elimine las amenazas a nuestra seguridad y prosperidad.

El documento "Alianza para la frontera México-Estados Unidos" y el Plan de Acción que acabamos de adoptar establece una serie de pasos específicos que emprenderemos a fin de avanzar de manera concreta hacia esa visión. Este plan de veintidós puntos contiene medidas que habrán de alentar el flujo seguro de bienes y personas, así como la construcción de una infraestructura moderna y eficiente, a la altura de nuestros crecientes volúmenes de comercio. Nuestra intención es la de supervisar estrechamente este proceso para asegurar la adecuada instrumentación de estos pasos y otros que pudiéramos acordar en el futuro. Ambos gobiernos trabajaremos de forma expedita para fijar nuestras prioridades y cubrir las necesidades de inversión en infraestructura, así como para cooperar en la identificación de las fuentes de financiamiento necesarias para alcanzar nuestros objetivos.

Hace poco más de un año, conversamos en Guanajuato sobre migración, a la cual calificamos como uno de los principales vínculos que unen a nuestras sociedades. Establecimos entonces el diálogo más franco y productivo que nuestros dos países hayan tenido sobre este importante y complejo asunto. Esas pláticas han continuado durante el último año y han dado lugar a una más clara percepción de los alcances y la naturaleza de este fenómeno. Este vínculo entre nuestras naciones puede ofrecer incontables beneficios para nuestras respectivas economías y familias. En el último año, se logró un importante avance para reforzar la seguridad de los migrantes y, particularmente, para salvar vidas, desalentando y reduciendo los cruces de indocumentados por zonas de alto riesgo.

El 7 de septiembre de 2001, durante la histórica visita de Estado del Presidente Fox a Washington, difundimos un comunicado conjunto en el que se instruye al Grupo de Trabajo Alto Nivel sobre migración a presentarnos propuestas específicas para construir un marco novedoso y realista que asegure flujos migratorios seguros, legales, ordenados y dignos entre nuestros países. Hoy hemos acordado que este grupo continúe esa labor que se le encomendó en Guanajuato y Washington.

Cuando nos reunimos por primera vez como Presidentes, compartimos nuestra visión de promover que todo ciudadano sea capaz de desplegar su potencial económico, de forma tal que contribuya cabalmente a acortar las distancias económicas al interior y entre nuestras sociedades. Para contribuir a instrumentar esa visión, lanzamos la iniciativa de la "Sociedad para la Prosperidad". Este proyecto se orienta a canalizar recursos privados para crear empleos y promover el desarrollo en las áreas con mayores rezagos de México. Hoy recibimos el Plan de Acción de este proyecto, que incluye iniciativas concretas e innovadoras en las áreas de vivienda, agricultura, infraestructura, remesas, comunicaciones, financiamiento para el desarrollo y tecnologías de la información. Algunos ejemplos incluyen:

Nuestro objetivo es promover el desarrollo económico para que los mexicanos no se vean impulsados a abandonar sus hogares por falta de empleo u oportunidades. Si bien reconocemos que la consecución de las metas de esta Sociedad para la Prosperidad requerirá de un esfuerzo prolongado y persistente, los pasos iniciales detallados en este plan de acción habrán de conformar una base sólida para garantizar su éxito en el largo plazo. Daremos un seguimiento puntual a la instrumentación de estas promisorias acciones. Tenemos la confianza de que el alto nivel de los funcionarios a quienes se les ha encargado convertir esta visión en una realidad ofrecerán resultados que enorgullezcan y beneficien a ambos países.

Reconocemos el éxito alcanzado por el programa de capacitación, educación y becas (TIES por sus siglas en inglés), diseñado con el fin de apoyar la Sociedad para la Prosperidad impulsando mejores condiciones para el desarrollo sostenido de México. Se espera que en los próximos cinco años, esta iniciativa de 50 millones de dólares ponga en marcha 35 proyectos de asociación entre instituciones de educación superior de México y Estados Unidos y ofrezca centenares de becas para el intercambio de estudiantes de licenciatura y estudios de postgrado en los Estados Unidos.

Cuando nos reunimos en Washington en septiembre pasado, conversamos sobre la importancia de atender las prioridades ambientales más urgentes de nuestra frontera. Después de una serie de conversaciones con los estados fronterizos, las comunidades locales y otros grupos interesados, nuestro equipo de trabajo binacional ha ofrecido una serie de recomendaciones específicas para fortalecer las capacidades del Banco de Desarrollo de América del Norte así como su institución hermana, la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF).

Estas instituciones continuarán atendiendo las prioridades de infraestructura ambiental en el área fronteriza, mientras que ambos gobiernos realizarán gestiones con sus respectivas legislaturas para llevar a la realidad estas recomendaciones. Éstas incluyen medidas para hacer más accesible el financiamiento, ampliar el ámbito geográfico en el lado mexicano de la frontera donde puedan ser financiados los proyectos, sustituir sus respectivos consejos directivos, actualmente independientes, con un solo consejo que supervise el trabajo de ambas instituciones y alentar proyectos ambientales conjuntos con el consenso y financiamiento del sector privado.

La cooperación contra el crimen organizado continúa siendo un punto medular de nuestra agenda bilateral. Hacemos un reconocimiento al gran éxito alcanzado por México en la lucha contra el narcotráfico. Hemos coincidido en la importancia de redoblar nuestra cooperación en materia judicial con el propósito de consolidar el estado de derecho en ambos países y fortalecer nuestra capacidad para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos.

Hemos pasado revista igualmente a algunos temas políticos regionales de interés para ambos países, entre los que se cuenta la situación prevaleciente en Argentina, Colombia, Cuba y Venezuela.

En los últimos seis meses, hemos realizado consultas frecuentes como amigos y vecinos en la búsqueda de una visión de más sólida asociación, orientada a promover una mayor prosperidad y convergencia económica, a elevar los niveles de vida y a garantizar la seguridad de ambas sociedades. Nuestro compromiso con esta agenda y con la importancia de nuestra relación es más fuerte que nunca. Continuaremos con este diálogo valioso y productivo en los meses y años por venir, al tiempo que aprovecharemos al máximo las grandes oportunidades que se presentan a nuestras dos naciones.

Monterrey, México, 22 de marzo de 2002